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China, la nueva potencia del siglo XXI

El Círculo de Economía de Barcelona presentó la conferencia sobre Geopolítica y Comercio en la Era Trump donde se pusieron de relieve aspectos como el nuevo papel del país asiático y la pérdida de poder de Occidente


Incertidumbre, si algo destacaron el presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo, y el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Jaime Malet durante la conferencia sobre Geopolítica y Comercio en la Era Trump, fue ese concepto. Incertidumbre en el presente e incertidumbre para el futuro, algo que Emilio Lamo quiso argumentar nada más comenzar el coloquio explicando la época que estamos viviendo, un punto de inflexión que comparó con otros grandes momentos de la historia en la que la humanidad se enfrentaba a un futuro desconcertante, tales como la caída del Muro de Berlín o la desaparición de la Unión Soviética. Pero, ¿por qué esta incertidumbre? ¿qué es lo que está ocurriendo para que nos debamos preocupar por el futuro?

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En primer lugar, tal y como continúo explicando Emilio Lamo, vivimos en una época posteuropea, algo que comenzó con el fin de la Segunda Guerra Mundial y que desde entonces, y tras acontecimientos como el Brexit, no ha parado de agravarse. Europa se debilita y con ella Occidente, mientras que Asia emerge debido a factores como la tecnología y la creciente demografía, pues el continente concentra el 60% de la población mundial, por lo tanto mayor fuerza productiva. El papel de China en este nuevo orden económico mundial fue uno de los asuntos más comentados durante la conferencia. Comenzó Emilio Lamo introduciendo el tema con una explicación sobre cómo China pasó de ser una potencia demográfica a una potencia económica y por lo tanto predijo su futuro como potencia política. El país asiático tiene todos los ingredientes para poder relevar a Estados Unidos de su puesto como primera potencia mundial y, del mismo modo, relegar a Occidente, que habría perdido su liderazgo económico y político, a un segundo plano. Bajo esta misma línea, Jaime Malet quiso continuar el rumbo de la conferencia, incidiendo en aspectos como el proceso de crecimiento económico que China ha vivido durante los últimos 15 años, argumentando que cuando entró en la OMC el PIB del país asiático se cifraba en 1.1 billones de dólares y que actualmente se encuentra en 10.3 billones, un crecimiento histórico que ha beneficiado tanto a consumidores, pues ahora pueden comprar productos a un precio más bajo, como a accionistas, que han visto como sus ingresos aumentaban, pero que al mismo tiempo ha generado insatisfacción en las zonas industriales americanas y europeas como Detroit, Liverpool o Manchester.


Pero el crecimiento de Asia no solo afecta a Europa, sino que amenaza a la hegemonía política y económica de la que, hasta ahora, había sido la primera potencia mundial, Estados Unidos. Ambos conferenciantes señalaron la preocupación del país americano por la pérdida de poder a la que se estaban viendo sometidos, algo que Malet argumentó señalando la cifra de déficit que el país concentra, 350.000 millones de dólares. Esta cifra supone el 90% del PIB del país y genera una enorme deuda con el extranjero que cambia el papel de Estados Unidos del primer acreedor al primer deudor. Todo esto comporta una pérdida de soberanía y una crisis económica y financiera que se traduce en miedo y en el surgimiento de figuras como la de Donald Trump que intentará todo lo que esté en su mano para frenar el crecimiento del país asiático, tomando medidas que van desde reforzar sus relaciones con Rusia, hasta aumentar un 40% el impuesto arancelario a todos los productos que vengan de China. Por otra parte, Malet definió algunos de los posibles resultados del nuevo gobierno americano, tales como el coto a la globalización y mayor control sobre las migraciones. Del mismo modo, también explicó las futuras medidas económicas de Estados Unidos que se verían dirigidas hacia un aumento del gasto militar y de la inversión en infraestructuras, y hacia la bajada de impuestos como el IRPF, algo que según Malet, Donald Trump pretende conseguir tomando medidas fiscales tales como repatriar el patrimonio de las multinacionales estadounidenses, medida con la que espera conseguir la cifra de 1,2 billones de dólares.


Finalmente, ambos conferenciantes quisieron volver a destacar el papel clave que jugará China durante el siglo XXI que se moverá alrededor de dos conceptos clave: su posible democratización y sus relaciones con Estados Unidos. El país americano ya no puede continuar con el liderazgo que ejerció durante el siglo XX, es una nueva época y esta vez el futuro se decide en Asia.

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