top of page

crisis posterior, todas estas familias perdieron gran parte de sus ahorros. La cúspide  de la pirámide es cada vez más pequeña. Como bien destaca el subtitulo, el 1% tiene lo que el 99% necesita. La desigualdad es algo que muchas veces se justifica como necesario en el capitalismo. El autor aclara que es verdad que algún índice de desigualdad es necesario, pero que no a los niveles  a los que se está llegando.

​

Para mí uno de los hechos más destacables del libro es la aclaración que se hace sobre Estados Unidos: a pesar de ser uno de los países más desarrollados, es también uno de los más divididos económicamente. Su índice de desigualdad se puede equiparar a otros países que están todavía en vías de desarrollo. Este hecho resulta muy llamativo ya que tira por los suelos la idea del “sueño americano” que ha tenido mucha importancia en las últimas décadas.

​

El autor considera que este “sueño” no existe o existe cada vez menos dada la no igualdad de oportunidades existente y la poca movilidad de clases. Los de abajo tienen cada vez menos seguridad económica y menos ahorro: hay más desempleo, las pensiones empeoran, la sanidad no está abierta a todos los estadounidenses y muchos no se pueden permitir pagar un seguro médico y la educación es cada vez más exclusiva y de pago. Esto provoca que los de abajo tengan cada vez menos posibilidades de poder ascender socialmente. Para hacerlo, por ejemplo, tendrían que pagarse una buena universidad y no tienen ahorros para eso. O deberían aceptar contratos de prácticas sin remuneración, cosa que los de arriba se pueden permitir sin problema, pero que los de abajo no pueden aceptar.

​

Uno de los hechos que más destaca el autor es la implicación de la clase política en la situación de desigualdad. “La política ha moldeado el mercado de una manera que se favorece a  los ricos a costa del resto”. La élite económica ha presionado para lograr un marco que le beneficia a expensas de los demás, pero no es un sistema económico eficaz ni justo para toda la población. Esto lleva al autor a decir que la desigualdad se perpetúa a sí misma, que se produce por el poder que los ricos poseen para controlar actividades legislativas y regulatorias.

​

Para Stiglitz, la causa de la desigualdad existente en Estados Unidos es la búsqueda de rentas. En economía este concepto se aplica a la obtención de ingresos captando rentas económicas a través de la manipulación o explotación del entorno político o económico, en lugar de obtener beneficio a través de transacciones económicas y producción de riqueza económica. Es decir, los ricos usan su poder para conseguir tratamientos favorables por parte del gobierno y pagar tasas bajas. Esta práctica afecta a la productividad de la economía del país.

​

El gobierno debe poder regular la economía en beneficio de todos, no favoreciendo a un pequeño grupo de población. En contra de lo que se podía esperar, en Estados Unidos no se están realizando políticas para paliar la desigualdad existente. Esta pauta ha sido bien documentada: En las sociedades más igualitarias se rebaja para mantener la cohesión social, pero en las sociedades desiguales las políticas realizadas por el gobierno tienden a fomentar la perpetuación de la desigualdad. Esto se debe a que los ricos son cada vez más ricos y tienen más que perder y más recursos con los que oponerse a intentos de políticas. 

​

El prólogo a la edición española resulta relevante por el análisis que realiza el autor de la situación de nuestro país. El autor relaciona la situación española con la europea y esta a su vez con la estadounidense. El libro se centra en el caso estadounidense y en su situación, pero este pequeño apartado sirve para relacionar el caso estadounidense con el europeo, que vivió crisis parecidas en su momento.

​

En España, destaca el “despilfarro de capital humano” que se está llevando a cabo: aquellos con buena cualificación no consiguen encontrar empleo en España y emigran. La crisis ha creado a personas bien formadas pero que no pueden encontrar empleo en el país.

​

La gran crisis que se vivía en España y que, todavía hoy en día dura, necesitaba de medidas tomadas a nivel europeo. Las políticas erróneas que se llevaron a cabo en Europa (que implantaban la austeridad) solo llevaron a aumentar la desigualdad ya existente. El autor propone diversas medidas que podrían reducir los niveles de crisis que se vivían en Europa.

​

Para Stiglitz, la solución para el gran problema  de la desigualdad implantada en la sociedad estadounidense pasa por tomar medidas que sitúen al 1% de ricos más cerca del 99% restante de población. Para eso, se deben regular las ayudas del gobierno a las empresas, se debe asegurar una sanidad y una educación de calidad y accesible por todos (inversión pública), se deben aplicar impuestos según el salario y se debe conseguir un equilibrio comercial (entre exportaciones e importaciones). Ésas medidas serían solo el principio para intentar conseguir una sociedad que da igualdad de oportunidades a todos sus ciudadanos. Si no se toma ninguna medida, el autor determina que la sociedad estadounidense acabará conformándose por una economía dual, con ricos muy ricos y pobres muy pobres que, aun viviendo unos al lado de otros, apenas se conocerían ni imaginarían como es la vida al otro lado. Como bien dice el autor, “debemos moderar los excesos de los de arriba, fortalecer la parte del medio y ayudar a los de abajo” para conseguir una economía eficiente, justa y competitiva.

​

Las propuestas que realiza el autor son muy meditadas y después de leer el libro, su funcionamiento parece muy claro, pero, a la vez,  parece imposible que se apliquen en un país que todavía no tiene sanidad universal. Además, con la llegada de Trump estas medidas parecen todavía menos posibles.

​

María Fidalgo

El precio de la desigualdad

Joseph E. Stiglitz es un reconocido economista estadounidense ganador de un premio Nobel en Economía en 2001. El precio de la desigualdad es un libro escrito en 2012 que denuncia la situación de desigualdad en  Estados Unidos, que cada vez es mayor. El autor pretende mostrar las causas de la desigualdad y los efectos que comporta sobre la economía. El motivo del autor para hablar sobre desigualdad fueron las protestas ciudadanas ocurridas en países como Túnez, Libia o Egipto durante 2011, que, en los dos últimos casos, provocó el derrocamiento de dictadores consolidados como fueron Hosni Mubarak y Muamar el Gadafi.

​

El libro se centra exclusivamente en el caso de Estados Unidos. Explica las grandes consecuencias de la crisis de 2008, que conllevó la pérdida de poder adquisitivo de los de abajo. Durante las décadas anteriores, los pobres habían sido inducidos a creer que podían conseguir ser ricos, lo que creó una burbuja que, a explotar, les se llevó gran parte de la riqueza de los de abajo.

Se denuncia también la desaparición de la clase media, que se ha ido desplazando hacia la parte baja de la pirámide por la pérdida de poder adquisitivo durante la crisis. Su riqueza se basaba en activos inmobiliarios, que con el estallido de la burbuja inmobiliaria que dio lugar a la

Nuestras redes sociales

  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon
bottom of page