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Esto lo cambia todo

Si Naomi Klein hubiera escrito el libro “Esto lo cambia todo” tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, seguro que lo hubiese mencionado y definido más de una vez como un hombre conservador y que no cree en el cambio climático. Pero como él, en el libro se citan y cuestionan a muchos más que creen que el calentamiento global es una estafa y un engaño para que los grandes países dejen de crecer y enriquecerse a cuesta de los demás.

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Y es así. Esto es lo que pasa y es el resumen de lo que quiere expresar Klein con las más de 600 páginas que escribió durante cinco años. Sin embargo, la autora no argumenta científicamente la existencia de los aumentos de la temperatura terrestre, el deshielo de los polos o la gran cantidad de huracanes y terremotos que tenemos últimamente y todas sus causas, sino que se centra en las acciones políticas necesarias para evitarlas.

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El tema central del libro es la pasividad de los altos cargos frente a la destrucción del planeta y es así como empieza el primer capítulo:

 

“Se ruega a los pasajeros del vuelo 3935 con salida a Washington, D.C., y llegada a Charleston, Carolina del Sud, que cojan el equipaje de mano y desalojen el avión”.

 

Este avión no pudo despegar porque las ruedas de habían fundido a causa de las altas temperaturas del asfalto. ¿Qué se hizo al respeto? Nada. Los pasajeros del vuelo 3935 volaron a Charleston ayudados por un motor más potente y que emitía aún más carbono a la atmósfera.

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Respeto a las emisiones de carbono, Klein habla mucho de ellas pero pone énfasis de una manera muy clara y con muchas voces que no se ha hecho todo lo posible para disminuirlas porque son acciones que entran en conflicto con el capitalismo. La autora explica con una infinidad de ejemplos, datos, estadísticas y declaraciones que las acciones que nos llevarían las mejores opciones para evitar una catástrofe son extremadamente amenazadoras para una minoría elitista que tiene el control absoluto de nuestra economía, nuestro proceso político y buena parte de los principales medios de comunicación. Ahora nos encontramos en una situación muy complicada y en cierta manera irónica. Por culpa de estas décadas de intensas emisiones, justamente cuando representaba que las teníamos que reducir, los pasos que tenemos que hacer para evitar un calentamiento global de consecuencias catastróficas ya no entran solamente en un conflicto con la variante particular de capitalismo desregular que triunfó en la década de los 80. Ahora entran en conflicto con el imperativo esencial de nuestro modelo económico: crecer o morir.

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Este es el gran problema que se repite durante todo el libro, que nuestro sistema planetario y nuestro sistema económico están en guerra. Ahora mismo, el capitalismo gana con facilidad. Gana cada vez que se recorre a la necesidad del crecimiento económico como a excusa para volver a posponer las acciones sobre el clima, o para romper los compromisos ya establecidos sobre la reducción de las emisiones. Gana cada vez que aceptamos que solo disponemos de opciones malas: austeridad o extracción, envenenamiento o pobreza.

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Ante esta situación planteada durante la primera parte del libro Klein opta por una solución des de un punto de vista muy radical: la sociedad no tiene otra opción que adoptar medidas y estas medidas de traducen en dejar de negar el miedo que tenemos. Si dejamos de negarlo, de desviar la mirada y decidimos que el cambio climático es una crisis que merece una respuesta a nivel mundial, entonces se convertirá en una crisis de verdad.

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Por lo tanto, la ideología que plantea la autora es completamente radical y recae en una movilización popular de masas que obligará a las autoridades a tomar medias a la altura que requiere el cambio climático, ya que hasta ahora se ha priorizado la economía antes que la vida. Se necesita un modelo económico completamente diferente al actual y una nueva manera de compartir este planeta.

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Naomi Klein caracteriza la lucha como algo similar a otras grandes luchas morales, como la abolición de la esclavitud, que requirió un golpe muy fuerte en los bolsillos de los ricos. A pesar de esto, la misma autora dice que “estas políticas tan radicales no sé si son viables políticamente, sobre todo teniendo en cuenta que el cambio climático nos impone un plazo tan ajustado e implacable”.

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En comparación con la lectura de “El hombre que cambió su casa por un tulipán” de Fernando de Bes, este expone las crisis y burbujas más importantes que ha sufrido la economía hasta llegar a la crisis económica que aún hoy estamos superando. Así que nos propone una serie de consejos y actitudes que hay que tomar para no volver a caer y sobre todo, como evitar que otra burbuja nos explote en la cara. En el libro de Naomi Klein, por el contrario, comenta qué hay que hacer para intentar salir de esta crisis climática que hasta fecha de hoy, no tiene solución alguna. El punto que tienen en común es la crítica a la actitud humana: De Bes critica las decisiones que se han tomado a lo largo de la historia tanto desde los accionistas hasta los políticos y Klein critica la pasividad de los altos cargos y de la sociedad que no se moviliza para evitar que nuestros hijos vean el mundo tan catastrófico que les hemos dejado.

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Carla Puig

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