top of page

Santiago Niño Becerra

Es un economista español que ha ocupado diversos puestos y cargos en empresas, la mayor parte de ellas en el sector siderúrgico. Desde 1994, también es catedrático de “Estructura Económica” en la IQS en la Universidad Ramón Llull de Barcelona.

En su libro, “El crash de 2010”,  vaticinó una profunda crisis económica y una posterior depresión que puede perdurar hasta 2020.  ·         

En el año 2009 usted escribió: “A finales del 2018 la crisis de dará definitivamente por concluida; sin embargo, nada será ya igual que antes de su estallido en el 2010”. Basándonos en esta premisa ¿Qué valoración hace de la situación actual?

Pues no, no estará concluida. Esta es una crisis sistémica lo que supone un cambio de modelo; y en eso estamos. Pero la salida de la crisis supone alcanzar una situación estable, y al paso que vamos no creo que a finales del 2018 se haya implementado en nuevo modelo y limpiado todo lo que aún está pendiente: deuda impagable, activos bancarios depreciados, … La depresión no finalizó definitivamente hasta 1942, pienso que hacia el 2023 se habrá alcanzado esa estabilidad comentada.

​

En su libro “El Crash del 2010” puede apreciarse una crítica al sistema capitalista sin abandonar una actitud objetiva a la hora de analizar las razones causales de la crisis. En su opinión, ¿Cuál es el defecto más fuerte de este modelo?

Cuando un modelo se agota entra en crisis y se produce una crisis, eso sucedió, para no irnos más atrás, en 1820, en 1873 y en 1929; y ha sucedido en el 2010 empezando a manifestarse en el 2007. Cuando un modelo se agota no es debido a un defecto, sino a que ha dado de si todo lo que de si podía dar: la Depresión llegó cuando la productividad empezó a dispararse a partir de 1923 y no había demanda para absorber aquella oferta. De alguna forma ahora ha sucedido algo parecido, pero con dos agravantes: le demanda de trabajo inició una senda decreciente a partir de mediados de los 80 y la cantidad de dinero existente se hallaba muy por encima de las necesidades reales, la salida fue el aumento del endeudamiento privado. Cuando todo eso llegó a un punto de no equilibrio en el 2007 … ¡adiós!.  

           

En lo referente a la pérdida de confianza en las instituciones por parte de los países capitalistas, ¿Cree que es más fuerte en los países mediterráneos, por venir de regímenes totalitarios y tener democracias jóvenes, que en los países que cuentan con sistemas       democráticos más maduros y consolidados?

Pienso que si. No existe en Europa, no se ha dado en Europa, nada parecido a lo que se ha dado en Portugal, Grecia, Italia y España, solo Irlanda se acerca a ese escenario: los PIIGS. Italia no es una democracia joven, aunque si problemática, e Irlanda ha pasado por una situación interna conflictiva por su relación con el proceso de Irlanda del Norte, pero políticamente estable. Más que porque sean democracias jóvenes pienso que lo sucedido en estos países ha venido derivado de las carencias económicas y sociales que arrastraban de décadas anteriores junto a la situación atípica que se produjo cuando el riesgo país de esos estados cayó como consecuencia de su entrada en el euro lo que llevó a la entrada masiva de capitales lo que provocó un aumento espectacular del endeudamiento privado. El resto ya es historia.

          

Trasladándonos al panorama político español actual, ¿Qué opina de los nuevos partidos que quieren hacer frente a la “vieja política”? ¿Cree que es una consecuencia más del fin del sistema?

La ‘vieja política’ estaba comandada por políticos que se movían en un escenario que no es el actual: los problemas económicos y sociales, las posibilidades de las TICs, el contexto internacional, … Nada era como ahora es: en los 80 la preocupación española era la reconversión industrial … algo que ahora suena a paleolítico. Para los menores de 40 años conceptos como  la dictadura franquista, el ‘destape’, la integración en Europa, … no significan nada, y los partidos tradicionales aún continúan ‘oliendo’ a esas referencia. Si a eso añade la desafección de los jóvenes por lo que se entiende por ‘política’, y unos problemas totalmente nuevos: subempleo, emigración universitaria, …, lo que sale es un intento de aproximación a una nueva realidad política. En cualquier caso da lo mismo: mandar mandan cuatro y se hace lo que esos cuatro dicen, el ejemplo es Tsipras en Grecia.

           

Usted nombró en su libro la posibilidad de tener que ofrecer una renta básica a la población, es algo que también ofreció Podemos en su día, ¿Qué opina de esta medida? ¿Y sobre el modelo económico propuesto por la formación?

Soy un total defensor de la Renta Básica al modo como la aborda el Dr. Daniel Raventos. He escrito sobre ello y lo he abordado en diversos foros. Y sí: es cierto: en el programa económico de Podemos elaborado por los Dres. Navarro y Torres se defendía esa posibilidad, que luego retiraron en esa forma; ignoro el motivo. En cuanto al modelo económico pienso que era un modelo absolutamente ideal, para ángeles más que para humanos.

​

¿Cuál es su pronóstico para el futuro cercano de la economía española?

La población española está viviendo un segundo sueño, pero peor que el vivido entre el 2002 y el 2008 porque ahora, tras el primero, debería haber aprendido que los sueños no existen. La población española desea volver al 2005 y por ello necesita creer que lo que dicen los políticos es verdad. Es cierto que el número de millones que forman el PIB español ha aumentado que en el año 2016 trabajaron más personas que en 2015, pero ese PIB de más se distribuye de forma totalmente sesgada: un niño de cada tres se halla en riesgo de exclusión social,  y gran parte de esas personas que trabajan lo hacen en la precariedad: 3,3 M de personas ocupadas están percibiendo una remuneración por debajo del salario mínimo. A eso sume que España tiene una deuda pública del 100% de su PIB y una deuda exterior del 160% del PIB. Y añada que en los últimos quince años nunca se han cumplido las previsiones de ingresos públicos. La situación económica de España es muy débil, y pienso que las consecuencias de todo esto se van a manifestar muy pronto en España.

 

¿Qué tipo de sistema cree que nos espera tras el capitalista?

El Sistema Capitalista está basado en el hiperindividualismo y en la acumulación de propiedad, de cualquier propiedad, se use o no. Es decir, la colaboración no es un objetivo para llegar más lejos ni la eficiencia es necesaria, todo ello en gran medida porque había que crecer por encima de todo. Esto ya está cambiando y en gran medida es debido a las posibilidades de la tecnología. Por lo dicho el nuevo sistema ha de ser más colaborativo, y eficiente, pero a la vez desigual porque la necesidad de trabajo caerá, de ahí la perentoriedad de la Renta Básica. Por otra parte el Estado ha llegado a su máxima expresión con el Capitalismo, y ya va a la baja. Pienso que su papel será sustituido por las grandes corporaciones.

​

Nuestras redes sociales

  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon
bottom of page